El tren de la vida.
Hay veces que uno quiere expresar en palabras o imágenes la emoción de un momento, y es tan difícil. Por lo menos para mí. Que no sabría por dónde empezar.
No recuerdo cuando me dijo por mensaje de whatssap; – Mari , tenemos que hablar mi hija se casa.
Yo ahí, ya empecé a tener ilusión y sobre todo empecé a trajinar la cabeza…. ¿que, donde, como? como cualquier artista floral que se precie, como tal.
Esta boda, sencilla pero elegante fue celebrada en los salones de la venta la chata de Benissa, de la mano de Salones el Poblet.
G&F, ellos fueron los grandes protagonistas. Los provocadores, si, los llamo provocadores porque, por culpa de su gran día, provocaron un vagón repleto de emociones que brotaban a cada palabra, a cada gesto.
¿ por qué un vagón? Porque la boda estuvo tematizada con el valorado escrito de Antonio Luis Bonilla Martos. EL TREN DE LA VIDA.
La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado. Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje.
No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida… Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el amor de nuestra vida…La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros.
Tratemos de tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos. Pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.
El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.
Que contenta estoy que gente como ellos, hayan subido al tren de mi vida, en una de sus paradas. Gracias por dejarme formar parte de vuestro viaje.
Un vagón repleto de agradecimiento por dejarme hacer realidad el sueño de vuestro gran día.
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